
"-¿No te iras?
-No, siempre he estado aquí y siempre lo estaré.
-Pero y si no te veo, ¿cómo lo sabré?
-No te preocupes por eso, siempre, siempre lo estaré aunque ni te des cuenta de mi existencia, lo estaré.
-De acuerdo.
Y unimos nuestros meñiques. Mientras su figura desaparecía, poco a poco..."
Me senté en mi cama, los rayos de sol entraban por unos pequeños espacios entre las cortinas, y yo estaba allí, decepcionada por haber despertado. Muchos caerían en depresión por recordar a quien amaste, todas las noches, pero a mi me alegraba, me hacía recordar que lo tenía allí de una u otra manera.
Por que lo amo y lo amé.
Y él, solamente él, me ha comprobado que las promesas también se pueden cumplir desde el más allá.
-Lo-
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